viernes, 30 de enero de 2015

Un Popeye de la vida real

Por: Vilma Quiros
vilmis83@gmail.com



En las aguas de Mar del Plata usted podrá conocer a un marinero particular, alguien que ha navegado las aguas argentinas desde los 14 años de edad. Atilio Recchioni, proveniente de Porto San Giorgio, en Ascoli, Italia, migró con su familia en el año 1940 y es el marinero más viejo de la zona.

Este próximo 4 de julio Atilio cumplirá ni más ni menos que los 90 años de edad, sin embargo, la edad es sólo un número para el. Con la vitalidad de un joven de 20 años y una ética de trabajo realmente admirable, se ha mantenido ligado al mar desde que aprendió a nadar a una tierna edad. “Me enseñaron a nadar a los cinco años. Un tío me tiró al agua desde un bote y me dijo que aprendiera”, cuenta.

Algunos le conocen como “Popeye”, puesto que usa una gorrita marinera y sus brazos están decorados por tatuajes, al igual que el famoso dibujo animado. Lo que no le agrada para nada es que le digan viejo, puesto que le sobran energías y sin importar el clima, cada mañana monta su bicicleta por un trayecto de 20 minutos hasta su tan querido Club Náutico Mar del Plata.

Su relación con este lugar inició en la década de los 60s, donde trabajó como contramaestre de marinería por 50 años. Ahí sus labores eran amarrar y controlar los movimientos de las diferentes embarcaciones que ocupaban el club.

Confiesa haber vivido plenamente y haber echo de todo, fue estibador en el Puerto de Buenos Aires, botero en el Riachuelo y en el arroyo de Dock Sud, cazador del tiburón cazón en Mar del Plata y timonel de la flota mercante del Estado, donde estuvo 15 años. “Conocí lugares como Letonia, Rusia o Hamburgo; en Nueva York me hice el primer tatuaje, en 1947”, recuerda.

Su salud es envidiable, “No tomo ninguna medicación, no tengo colesterol, ni glucemia. Nunca me cuidé. Conocí los puertos del mundo, conocí la noche, el alcohol y las mujeres... pero tengo buena genética”.

De su pasión por el mar y sus navíos. “En los años en el club nunca pedí aumento y siempre vine a trabajar enfermo”, jura. De igual forma, durante días de tormenta era Atilio quien iba al náutico a velar por todos y por las embarcaciones.

Hijo y nieto de pescadores, ha sido el capitán para figuras argentinas reconocidas como Susana Giménez y  Guillermo Vilas. Actualmente está casado y tiene 4 hijos. Está jubilado pero igualmente visita el club para aprovechar el día y perderse en el mar, en solitario, como más le gusta.

El “Vago del Mar”, es el nombre de su barco y se lo compró a un marinero noruego hace más de 60 años atrás. Posee cuatro metros de largo, se navega remando primero para luego desplegar velas ya mar adentro. Sus velas están decoradas por una bandera pirata y un tiburón y tiene una graciosa: Atilio consiguió el bote a un muy buen precio debido a que era muy inestable, pero la situación la resolvió de forma muy práctica. “Le puse 300 kilos de cemento en la base y santo remedio. Nunca más se dio vuelta.”





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Fuente y foto: http://www.clarin.com/sociedad/marinero-Mar_del_Plata-viejo-Popeye_0_1289871048.html - http://adan.org.ar/web/images/stories/marineros/atilio.recchioni.jpg

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