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Después de que Giorgio Napolitano, de 89 años, renunciara a su cargo el pasado 14 de enero por motivos de edad, el Parlamento de Italia, reunido en sesión conjunta, procedió el pasado jueves 29 de enero con la primera votación para elegir al nuevo presidente de la República.
La votación comenzó a las 15 horas, y en ella participaron 1.009 "grandes electores", 630 diputados, 315 senadores, 58 representantes de las regiones y 5 senadores vitalicios.
Entre los posibles sucesores que los medios italianos barajan estos días se encuentra el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, el exalcalde de Roma Walter Veltroni, el exjuez del Tribunal Constitucional Sergio Matarella y la exministra y senadora del PD Anna Finocchiaro.
Ante la ausencia de Napolitano, la presidencia temporal de Italia recae, por mandato constitucional, en el presidente del Senado, el magistrado antimafia Pietro Grasso.
Boldrini llamará hoy por orden alfabético a los "grandes electores", que tendrán que depositar su papeleta con el nombre de su candidato en las urnas colocadas en las cabinas instaladas en el hemiciclo.
Después de la primera ronda de votaciones del día, ningún candidato resultó elegido, ya que la mayoría de los presentes optó por el voto en blanco. La elección continuó el viernes y se espera que el sábado se revele el resultado.
El Partido Democrático del primer ministro, Matteo Renzi, ha propuesto como candidato al juez del Tribunal Constitucional y político antimafia Sergio Mattarella, quien en la primera ronda ha recibido tan solo unos pocos votos.
Renzi todavía espera obtener el apoyo de alguna otra fuerza política para que Mattarella, uno de los fundadores del PD y quien proviene de la otrora Democracia Cristiana y ejerce desde 2011 como juez del Tribunal Constitucional, sea elegido.
"Nos jugamos nuestra credibilidad", reconoció Renzi tras reiterar que quiere evitar lo ocurrido en 2013, cuando el candidato del Partido Democrático, Romano Prodi, sufrió una humillante derrota por la traición de 101 parlamentarios de su propio partido
Es común que en este tipo de votaciones los parlamentarios no respondan estrictamente a la disciplina de sus partidos, por lo que históricamente no ha sido fácil llegar a una elección.
El Parlamento de Italia, reunido en sesión conjunta, inició este jueves la primera votación para elegir al próximo presidente de la República, en reemplazo de Giorgio Napolitano, de 89 años, quien renunció el 14 de enero por razones de salud.
Después de la primera ronda de votaciones del día, ningún candidato resultó elegido, ya que la mayoría de los presentes optó por el voto en blanco. La elección continuará el viernes y se espera que el sábado se revele el resultado.
El Partido Democrático (PD) del primer ministro, Matteo Renzi, ha propuesto como candidato al juez del Tribunal Constitucional y político antimafia Sergio Mattarella, quien en la primera ronda ha recibido tan solo unos pocos votos.
Por otra parte, los partidos de izquierda y derecha no lograron ningún candidato de consenso durante el plazo de quince días posteriores a la renuncia de Napolitano, otra de las formas a las que se podría haber llegado a la votación de hoy.
El candidato al cargo más importante y estable del país es tradicionalmente una personalidad por encima de los partidos y una figura que garantiza el equilibrio de la vida política, ser mayor de 50 años y gozar de todos los derechos civiles. Ya que es la única persona con derecho a disolver el Parlamento y a convocar elecciones legislativas anticipadas.
El presidente saliente, Napolitano, fue largamente aplaudido y elogió a su potencial sucesor Mattarella como “una persona de absoluta lealtad, imparcialidad, rectitud democrática y gran comprensión de la Constitución”.
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Fuente y foto: actualidad.rt.com
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