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La pequeña isla de Lampedusa, la más meridional de Italia y a 113 kilómetros de la costa tunecina, se ha convertido en los últimos años en la primera puerta de entrada hacia Europa para los inmigrantes que intentan llegar desde de África a través del Mediterráneo, ya que apenas la separan 120 kilómetros de las costas tunecinas y 200 de la isla de Sicilia.
El pasado 10 de agosto, otros seis indocumentados, entre ellos un menor de edad, fallecieron al intentar alcanzar a nado la costa de Sicilia tras haber encallado el pesquero en el que viajaban junto a un centenar de inmigrantes procedentes de Siria y Egipto.
El domingo por la tarde, luego de que el Centro Nacional de la Guardia Costera de Roma recibiera una solicitud de auxilio enviada a través de un teléfono satelital.
El director sanitario de Lampedusa, Pietro Bartolo, declaró que las víctimas eran inmigrantes jóvenes que no sobrevivieron a las bajas temperaturas de la temporada y que se encontraban con otras 98 personas en una lancha a la deriva en aguas territoriales libias.
La guardia costera, informó que fueron arduas las tareas que llevaron a cabo, ya que las condiciones del mar eran de por demás difíciles, con olas de hasta nueve metros de altura, lo cual problematizaron las labores de socorro, que se prolongaron durante la madrugada.
Pero no fue la única problemática con la que se toparon los rescatistas, ya que
durante la noche había llegado a la isla otra barcaza con 463 inmigrantes indocumentados a bordo, que han sido trasladados al centro de acogida de Lampedusa, que empieza a desbordarse ya que el miércoles estaba al máximo de su capacidad, 700 personas.
La alcaldesa de Lampedusa, Giusy Nicolini, declaró: “Los 366 muertos de Lampedusa (en un naufragio ocurrido en octubre de 2013) no sirvieron para nada, las palabras del Papa no sirvieron para nada”.
“El mar está lleno de cuerpos. Es un horror. No dejan de llegar barcos y descargar muertos. Los medios de comunicación tienen que venir a ver esto. Es impresionante", ha narrado entre lágrimas la alcaldesa de la isla, Giusi Nicolini. "Se trata de una tragedia inmensa", ha añadido. El Gobierno va a decretar este viernes como jornada de luto nacional.
La alcaldesa denunció que con la operación conjunta denominada Tritón -de patrullaje de las fronteras marítimas europeas- se ha retrocedido a la situación que prevalecía hasta antes del 3 de octubre de 2013, cuando el naufragio de una lancha con ilegales causó 366 muertos.
A raíz de esa tragedia Italia puso en marcha la operación militar llamada “Mare Nostrum”, con la que fueron rescatados miles de ilegales, pero que finalizó en noviembre pasado para ser sustituida por “Tritón”.
“Con Tritón hemos regresado a la situación precedente a la tragedia del 3 de octubre de 2013. Así no se puede continuar”, dijo Nicolini.
El gobierno decreto un día de luto nacional, debido a esta impactante tragedia.
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