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El pasado jueves, lo que parecia ser una mañana normal en el Palacio de Justicia de Milan, se vió abruptamente cuando un hombre italiano de 57 años, que estaba procesado en un caso de bancarrota abrió fuego contra su abogado, quien había renunciado a representarlo, un testigo que estaba en los asientos públicos del tercer piso, y luego entró al despacho del juez que llevaba su causa y lo mató de dos balazos.
El tiroteo se produjo en torno a las 11.00 horas en el Tribunal milanés y en él, según las primeras informaciones, perdieron la vida el juez Fernando Ciampi, de la sección de quiebras empresariales, y el letrado Lorenzo Alberto Claris Appiani.
El autor del crimen se dio a la fuga en una moto y fue detenido media hora después en Vimercato, a unos 25 kilómetros en el noreste de Milán, cerca de un centro comercial donde reside un exsocio, “Quería vengarme de todos los que me han arruinado", confesó Giardiello apenas fue detenido.
El fiscal indicó que una cuarta persona se está recuperando pero que su estado de salud es "grave" y que otra, que identificó como un abogado, recibió un disparo en una pierna y su estado no reviste gravedad.
La capital lombarda celebraba ayer un comité sobre orden público y seguridad de cara a la próxima Exposición Universal, que comenzará el próximo mayo.
El alcalde de Milán, Giuliano Pisapia, suspendió esta reunión para dirigirse a la zona del suceso con el fin, dijo, de "ver qué se puede hacer para detener a esta persona y evitar que esta tragedia se haga aún más grande".
Fuente y foto: http://www.ellitoral.com
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