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Considerado como el principal símbolo de Roma, esta imponente construcción tiene alrededor de 2000 años de antigüedad. Se convirtió en el mayor anfiteatro romano midiendo 156 metros de anchura y 57 metros de altura.
En la Antigüedad se lo conocía por el nombre de Anfiteatro Flavio y fue el escenario de las famosas peleas de gladiadores y otros espectáculos como muestras de animales exóticos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Coliseo sufrió saqueos, terremotos e incluso bombardeos. De esta manera, fue utilizado durante décadas como almacén, iglesia, cementerio e incluso como castillo para la nobleza.
La identidad de su arquitecto permanece aún en misterio: se han barajado los nombres de Rabirio, Severo, Gaudencio o incluso Apolodoro de Damasco. Pero todavía el Coliseo parece guardar en secreto a su constructor.
En 1980 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Además desde el año 2000 el edificio se mantiene iluminado por 48 horas como símbolo de recuerdo de la sentencia de muerte a un condenado.
En la actualidad, alberga un museo en honor al Dios Eros ubicado en el piso superior del edificio.
En su interior, se pueden apreciar las gradas, las galerías, las escalinatas, el espacio de la arena y hasta los subterráneos al descubierto.
El Coliseo aguarda un profundo misterio que puede sentirse al ingresar a este edificio histórico. Miles de visitantes eligen conocer la arena, el mismo suelo donde hace cientos de años los gladiadores peleaban por honor y cuya práctica se convirtió en una de las tradiciones romanas que marcaron la historia europea.
Curiosidades:
El Coliseo es, junto con el Vaticano, el mayor atractivo turístico de Roma ya que alrededor de 7 millones de turistas lo visitan cada año. Tal es así que en 2007 fue declarado una de las siete maravillas del mundo.
La inauguración del Coliseo les valió la vida a más de dos mil gladiadores que pelearon en la arena.
Se solía colocar un techo de lona sobre el edificio para proteger a la gente del sol.
Durante el Viernes Santo, se realiza el Vía Crucis desde allí. Por tal motivo, el Vaticano guarda una profunda relación con el Coliseo.
Información para los visitantes:
Quienes deseen visitar esta maravilla arquitectónica, deberán sacar su entrada con anticipación para evitar largas filas de gente. Éstas pueden obtenerse en el Palatino.
Los horarios de visita son:Todos los días desde las 8:30 hasta una hora antes de la puesta de sol. Permanece cerrado durante los 25 de diciembre y 1 de enero.
Para llegar hasta la Piazza del Colosseo, se puede elegir como opción tomar el metro Línea B en la estación Coliseo.
Para apreciar la belleza en todo su esplendor, se recomienda recorrer primero el exterior del Coliseo. Allí se podrá admirar con detalle la construcción.
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